EXPOSICIÓN
Entre el Espledor y la Bruma

GALERÍA
Virtual

ARTISTA
Yemy Alemán Achata

CURADURÍA
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PERIODO
Octubre

YEMY ALEMÁN: ENTRE EL ESPLENDOR Y LA BRUMA

Yemy Alemán, artista múltiple, docente y arquitecta de profesión, ha hecho de la pintura, más que la concreción de una innata vocación, un arte que tanto se refugia en el intimismo como en el urbanismo tan caro a su imaginario fecundo. Sin olvidar la ambientación andina, de la cual procede y a la cual recurre siempre para nutrirse de imágenes que escapan a la nostalgia y la añoranza, son la savia que fluye en cada estampa o en el ideario de un pueblo donde la fantasía y la fiesta se combinan con el amor a la naturaleza llena de colores vivaces y personajes tan suyos que se universalizan.

Ahora en esta retrospectiva de su fructífera carrera, Yemy nos brinda un rosario interminable, pero valioso, de todas las facetas de su arte. Siempre hemos dicho que una pasión y un simbolismo recorren cada cuadro y al mismo tiempo la forja de un estilo caracterizado con un cromatismo insinuante, a veces abierto y refulgente, donde los `paisajes recobran su brillo y sus formas la nitidez de los contornos que develan una poesía visual que deleita a la mirada llenándola de placidez, pero en otros cuadros recurre a veladuras y gradación de colores como si los cubriera un velo de misterio, de insinuación al onirismo propio de una interna lucha por emerger a la vigilia como el fluir de la conciencia, según postulaban teóricos del arte que bordea lo suprarreal para el monólogo literario. Es decir, un análisis interior de sensaciones o pensamientos intimistas.

Como en toda muestra, que nos permite recorrer en cada sala un trayecto vital, basado más en estancias que la mecánica de ordenar cronológicamente o por razones técnicas, nos damos cuenta que nuestra artista ha hecho su propia selección según los impulsos de su creación, no como si los catalogara, sino para tratar de identificar sus efectos en un espectáculo de sus sentimientos o momentos creativos, quizás por impulsos continuados o espontáneos. Las vetas de su extensa producción pueden verse en esta muestra como facetas vitales, vale decir como instantes donde sus sentimientos o emociones giran alrededor de ella en el momento de la elaboración, por ejemplo, en la serie dedicada a su ambiente fa miliar vemos un álbum donde las imágenes de su hija aparecen como imborrables sensaciones de placidez, colores luminosos, una paz idílica que fluye en rostros, contornos y ambientes No falta un autorretrato menos narcisista de los que se cree. En cambio, cuando se proyecta en su Lampa natal y en los recuerdos de una fiesta y devoción continuas, todo es deslumbrante, los trajes multicolores y los conjuntos vernáculos convocan, no a los ancestralismos conocidos, sino a la expresión de un pueblo aferrado a su medio. De paso hay estampas de niñas o mujeres felices con su destino. Igual pasa con los paisajes andinos llenos de poesía visual, iglesias, campos.

Cuando aborda el paisaje tanto rural como urbano de Arequipa sigue siendo una visión casi encantada que se matiza con calles, iglesias, pasajes, tambos y donde incluso el centro de la ciudad no cae en el bullicio sino en la calma, la sensación de permanecer en el tiempo como el recuerdo de una vida ensimismada en su tradición. Pero Yemy ha logrado una síntesis de imaginación y realismo especial con sus cuadros de arquitecturas donde ha labrado su estilo y su estudio del color para agregarle matices inusitados, aunque sean en ella recurrentes, porque la composición y el enfoque particular tienden a una personalidad pictórica que no se cansa de explorar la posibilidad de los matices sugerentes, entre el misterio de ese momento auroral de la creación. El paso de la acuarela a las técnicas mixtas favorece esa inmersión en lo subyacente de los referentes, afín a los materiales Entre torres, gárgolas, graderías, interiores en diversos formatos, emergen insospechados contornos. Pero es también, en esta serie donde Santa Catalina o la Compañía o la Casa del Moral, en ese orden nos llaman la atención. No se puede pasar por alto la simbología del color o los efectos que producen en nuestras psicologías, tan difundidas en los tratados. Si aplicamos el esquema de Jakobson al arte diremos que el proceso de la Selección es vital en la comunicación, en este caso visual, pero que es la Combinatoria que constituye la esencia artística por excelencia.

Así nos explicamos porque algunos parten de un título: Entre azules y rojos, ya hay dos trípticos, uno en azul y otro en rojo, si uno es frío, que connota introversión, alejamiento o tristeza no siempre es sólo nocturnidad, es ensoñación, el otro es cálido, vitalismo, pero también pasional o dinamismo. El azul con todas las gradaciones parece convenir a las arquitecturas conventuales o iglesias para mostrar el recogimiento o la fe, en cambio los rojos podrían asociarse al poder terrenal o al conflicto de creencias. Son las superposiciones de capas sucesivas en veladuras o sfumato renacentista, que pueden crear atmósferas imprecisas o efectos de perspectivas. Esta última se logra con la combinación de rojos y azules, por ejemplo, en Pared. Es sugerente en el cromatismo la apelación a contraposiciones los azules de La Casa del Moral con la atenuación del rojizo, casi ocre con amarillo en La Compañía. Esa última forma envuelve a las canteras o interiores. También es revelador en Al pie el campanario o La luna sobre Santiago, por enmarcarse en la aparición fantasmática del símbolo de una santidad ligada a la conquista. Hay una serie importante, los desnudos, allí los difuminados harán que la pérdida de nitidez desvíe el erotismo del voyeurismo hacia pudorosas insinuaciones, lo notable como antitético es que la calidez de los colores apunte hacia la mengua de la pasión o impaciencia.

En suma, Yemy Alemán, ya consagrada como artista plástica que ocupa un lugar expectante en nuestra cultura celebra su trayectoria en el siglo XXI con la esperanza de seguir deleitando y sorprendiendo con su obras, como en el tango “veinte años no es nada” cuando se persevera en afinar su arte y sigue poblando los lienzos con su visión realista o simbólica donde las fantasía del color se concreten de manera tan sugerente como en este caso.

 

Dr.Tito Cáceres Cuadros

Un mirar atrás, en un lapso temporal de aproximadamente 20 años y no una retrospectiva, propiamente dicha, es este proyecto, que se concreta como una muestra virtual, obligada por las circunstancias que nos ha tocado vivir.

Si consideramos que la artista se va a acercando a casi medio siglo de pintar, tomando en cuenta por cierto los pininos de la adolescencia, entonces estamos hablando de casi media vida, en la historia personal de la pintora.

Hay que subrayar el hecho que la artista, tuvo y tiene que lidiar, como muchas mujeres contemporáneas, con el trabajo, con la casa, también como madre, y hasta con sus estudios de especialidad. Aun así, ha sacado tiempo, a fuerza de disciplina y consecuencia, para hacer lo único que en verdad le apasiona: Pintar.

Soy testigo de excepción, de la tenacidad que pone en mejorar su técnica en acuarela y lograr un lenguaje propio en oleo y témpera. Esta muestra es la evidencia de la evolución y madurez que su pintura ha experimentado.

Orgullosa de sus raíces, en sus comienzos preponderaba con una visión sencilla, estampas rurales, rostros andinos, realidades bucólicas.

Si queremos buscar unidad en su obra, al ser ella arquitecta, la encontraremos justamente en la representación pictórica de las calles, perfiles urbanos, arquitectura religiosa que se plasman en sus cuadros como salidos de una bruma liliácea.

Hay narrativa en algunos cuadros de Yemy, pues relaciona la figura humana u otros elementos, con el paisaje o el perfil urbano, en un afán de construir escala y perspectiva.

Producto de un extenso aprendizaje formativo, personal y artístico, hay una conexión mágica entre colores, agua, y papel de alto gramaje. Los une una extraordinaria sensibilidad en el manejo del pincel, una extensión de las manos del artista. Ver pintar a un acuarelista es una sensación única, yo la llamaría la poesía del agua y el color.

 

Arq. Lolo Palza Valdivia

«Yemy Alemán Achata, nos convoca para devolvernos espacios habitables en donde es posible expandir nuestra existencia».

«A los colores de estos paisajes urbanos no les cuesta desprenderse de las formas y, rompiendo los límites de su continente, fundirse todos en una atmósfera común.»

 

Dr. Arq. Gonzalo Ríos Vizcarra