María Fernanda Laso y Fedra Gutiérrez exploran las imágenes tanto visuales como narrativas del cotidiano y del colectivo a través de sus diferentes lenguajes artísticos. Dicha exploración culmina en la construcción y deconstrucción constante de un nuevo imaginario que se hace y se rehace en el mismo proceso de su hacer. Las artistas tienen en común un interés por el tratado pictórico de la imagen compuesta de figuras y símbolos que vienen de lo coloquial enraizado a sus respectivos territorios y experiencias. Partiendo también de un interés mutuo por trabajar con cuerpos desmembrados y vistos desde perspectivas fuera de lo usual. Cuerpos que se asemejan a montañas, cuerposterritorio, cuerpos imperfectos, lastimados pero que se empoderan a través del gesto y el implemento del color y el movimiento, herramientas que las artistas utilizan para crear sus obras. En la exposición bipersonal titulada “Alto hablaban susurrando los cuerpos agrietados”, buscan continuar sus investigaciones visuales sobre sus temas de interés tales como el colonialismo, la tradición, la cultura popular, la identidad, el territorio y la memoria, entre otros, cada una desde su propio lugar de enunciación pero compartiendo la misma sensibilidad visual y política. Por un lado, Gutiérrez presenta la serie Conmemoraciones, con la cual busca reivindicar la potencialidad de las gramáticas del cuerpo y la piel encerradas en imágenes coloniales sobre aquel a quien llaman el “otrx”. La artista busca entonces destruir imágenes del cotidiano para generar sujetos nuevos, más allá de los límites occidentales y atravesados por el territorio y la memoria. Cuerpos enraizados en tiempos sin líneas, en espacios sin fronteras, y que continúan infectando desde sus poros más vivos los sueños y las mentiras blancas. Por otro lado, Laso presenta la serie Iconos del no lugar, compuesta por una serie de imágenes que exploran en cierta iconografía religiosa en la cual la artista identifica el temor, la culpa y el dolor, el castigo divino de Cristo o cualquier santo para mostrarlo como el castigo cotidiano del individuo, de ser parte de una sociedad compleja y contradictoria.

Director de la IEPM- Colegio Militar Francisco Bolognes