Omar Zevallos (Arequipa, 1958) tiene ese extraordinario don de capturar, en un par de trazos, el alma y el corazón de los seres humanos. Su lápiz persigue, sin embargo, a esos personajes famosos que forman parte del pasado y presente de nuestra historia universal. A los buenos y a los que no lo han sido tanto. Lo hace, como todo artista de su nivel, derrochando humor e inteligencia. Omar es, además, un caricaturista y humorista gráfico nato. Jamás acudió a una escuela de dibujo. Nadie le habló sobre la paleta de colores ni le enseñó a manejar la luz y las sombras. Todo lo aprendió, desde muy jovencito, pasando las páginas de revistas locales en las que aparecían las ilustraciones de dos paisanos suyos memorables: Julio Málaga Grenet y Jorge Vinatea Reinoso. Las primeras muestras de su talento se publicaron en el diario “Correo” de la ciudad de Lima, en el que tenía a su cargo la caricatura política del día y su primer encontronazo con el poder político ocurrió en 1979, cuando el gobierno de facto del general Morales Bermúdez censuró y clausuró una exposición organizada por el grupo “Tres en contra” en su natal Arequipa. Omar es también y, sobre todo, desde el instante en el que descubrió su vocación, un militante de la caricatura. Es decir, se ha hecho cargo, por puro amor a lo suyo, de divulgar, a través de la publicación de libros, convocatoria y asistencia a congresos, organización de exposiciones y participación en concursos y otros eventos, nacionales e internacionales, el singular arte de la caricatura. Su militancia no ha sido vana. Los premios a su trabajo se multiplican año a año y no cesa de viajar por el mundo mostrando su trabajo. En el 2019 expuso una muestra individual en el Centro Europeo de la Caricatura en Kruishouthem en Bélgica y ese mismo año lo invitaron a formar parte del Consejo Directivo del Instituto Quevedo para las Artes del Humor de la Universidad Alcalá de Henares en España, convirtiéndose en el único latinoamericano que forma parte del Consejo.

Teresina Muñoz-Nájar

Periodista