El concepto del bodegón nos ofrece un amplio espectro de elementos a tener en consideración, se ha sobrepuesto al tiempo asumiendo cambios propios de las épocas y las circunstancias, algunas de estas evidencias y posibilidades son asumidas por el artista, que impregna en el tema características propias de su particular visión e intención para convertirlas en personal forma de expresión. En los elementos que constituyen parte de su universo encontramos variadas frutas, vasijas o tejidos a los que vincula plásticamente en pro de la singularidad de su obra, un bien logrado estudio de la luz y manifiesta preocupación por la composición, generan la comodidad del espacio requerido por sus telas, que dan estabilidad al conjunto de las frutas en la superficie, sin restarles hegemónica y protagonismo cromático, los drapeados son representados con suma sutileza descriptiva en cada uno de sus pliegues y texturas concebidos con la destreza propia de la experiencia que se logra con el estudio, persistencia y disciplina del autor.

Marcial una vez más nos faculta el placer de la contemplación de su pintura con la serie que ha titulado “Metamorfosis del bodegón” aludiendo quizás a la permanente búsqueda de satisfacción con el tema.

Dr. Fredy Hurtado

Las pinturas de Marcial Conza, nos invitan a una experiencia sensible e infrecuente. Frutas y telas conjugadas toman los lienzos. La venturosa forma imprevisible de las telas, culmina coronándose de frutos ofrecidos al espectador. Tramas y texturas, develando su enigmática superficie, sombras que bordean el pliegue dentro una estética de suaves contornos.

Contraste de colores y de formas. No la premeditación y el despliegue simétrico de las telas, más bien el azar y una causalidad poética las expone en sugerente contraste con la monda forma de frutos colmados de vitalidad y fijeza. De la discreción a la intensidad cromática, del realismo a la disolución impresionista.

Sobre la tela, delicados cestillos en que se posan peras, higos, membrillos, zapallos y aguacates. Mientras, sobre los frutos y mantillas yace discretamente una luz que juega sus matices y contrastes; danza de pliegues y arrugas, acordes y parpadeo de luminosos contornos. Desde el virtuoso pincel de Conza, chales y tejidos sin dejar de ser un fondo expresivo constituyen intensos protagonistas de los cuadros.

El eco de un tiempo inasible precede a los lienzos, dotándoles de perennidad y plenitud. Pinturas cuya presencia y sigilo convocan a la contemplación.

Edwin Guzmán Ortiz

Un artista plástico que ha trascendido fronteras para convertirse en un baluarte del Arte Latinoamericano. Sus obras y su dedicación por producirlas han ganado el respeto de una comunidad coleccionista y ahora se encuentra en colecciones selectas de Centroamérica, Estados Unidos y varios países de Latinoamérica.

Su obra es producto de una dedicación constante y ha logrado una personalidad y una belleza digna de un artista de ese calibre. Pocos llegan a ese nivel de profesionalismo y pulcritud en la obra terminada.

Sus composiciones que son temas del diario son enfoques en la belleza del presente, ya sean tejidos, frutas, vasijas de barro. cuyos colores los transfiere al lienzo con la calidad del mejor.

Quiero resaltar también a Marcial Conza como persona. Dedicado, controlado, siempre dispuesto a los requerimientos del momento, cabeza de una familia prospera y unida. Vive de su arte, dueño responsable de su tiempo. La creatividad y resultado de sus obras son el producto. El tiempo pasa y se transfieren imágenes cargadas de brillo a sus lienzos.

Francisco Romano

Latin American Art

Art advisor and curator