“Cerrojos Olvidados, Vidas Desbloqueadas” evoca la idea de descubrimiento y liberación que despliega un relato evocador sobre la vida misma.

Esta serie en su comienzo nos invita a contemplar los recuerdos recientes, esos

momentos que aún brillan en nuestra memoria, pero que lentamente se desvanecen con el pasar del tiempo, marcando así el inicio de nuestro viaje visual. A medida que avanzamos a través de las imágenes, la narrativa se profundiza, revelando capas de historias y recuerdos acumulados a lo largo del tiempo. Aquí, la nostalgia se vuelve más intensa, ya que estos cerrojos nos conectan con momentos y lugares que alguna vez fueron fundamentales en nuestra vida, pero que ahora están en proceso de transformación, adaptándose al cambio constante y al flujo del tiempo. Por último, llegando al clímax de la serie de estas imágenes, la melancolía se hace presente, recordándonos la inevitable marcha del tiempo y la transitoriedad de la existencia. Estos cerrojos representan puertas que ya no se abren, historias que ya no se cuentan y recuerdos que se desvanecen lentamente en la penumbra del pasado, recordándonos así la fragilidad de la memoria humana y la impermanencia de todas las cosas.

Para finalizar, es esencial resaltar el aspecto estético que subyace en cada captura. Entre los colores vivos y la profunda textura generada por el paso del tiempo en estas puertas, se convierte en una ventana al pasado, donde el desgaste y la pátina del tiempo narran historias silenciosas. Estas puertas desgastadas, al crear efectos de colores que danzan entre la decadencia y la vitalidad, no solo encierran recuerdos, sino que también rescatan lo artístico en lo cotidiano. Este aspecto estético, que se entrelaza con el mensaje subyacente de la muestra, eleva estas fotografías a más que simples registros visuales: son testimonios de la belleza que emerge incluso en los rincones más olvidados y desgastados de nuestro entorno.