EXPOSICIÓN
El colibrí mensajero de almas
GALERÍA
Centro Cultural UNSA. Galería VI
ARTISTA
David Puma Idme
CURADURÍA
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PERIODO
Abril
La creación pictórica de Gilder David Puma Idme es multidisciplinaria y de índole muy singular en la historia de la pintura peruana, porque su estado de conciencia se desprende de la realidad y logra traspasar la superficie de las antiguas culturas precolombinas, el psicoanálisis y el simbolismo literario. Asimismo su espontaneidad en la imaginación y el eterno deseo de libertad; son las fuentes en donde se acrisolan la trama de su obra.
La alegoría temática de esta muestra intitulada: Ensoñaciones del colibrí, tiene como protagonistas a la mujer y al picaflor. El mito del colibrí ha sido objeto de atención y estudio por diferentes artistas plásticos como: Jheronimus Bosch, Marc Chagall, René Magritte, entre otros. Una de las características de este Uccello es la velocidad y la dinamicidad sincronizada y perfecta, es por esta razón que se le llama: “messaggero degli dei e degli uomini” Lo que es bello en el stellino no solo son sus colores brillantes sino la rapidez de su vuelo.
En el óleo: Alimentando a un pájaro, la poética del vuelo simboliza el elemento aire y la mujer personifica a la fuerza juvenil portadora de sueños. El tríptico: Miedo a la inexistencia, tiene sus raíces profundas en la cosmovisión Maya- Quiché, según la cual, el colibrí es hijo del sol, pero en la creación poética de David Puma, el passarinho nace de las entrañas sagradas de la mujer; y de acuerdo con el artista, sin este nacimiento los dioses no existirían.
Para el idealismo metafísico solo existe la representación del mundo, porque la realidad es solo un silencio que se desvanece en el tiempo. En la escena: En algún lugar de la memoria, el pintor expresa de una manera magistral esta idea berkeliana, pues, la mujer sentada en el divano solo espera la proximidad de la muerte.
La obra: Ensimismado, no solo es relevante por la afinada técnica de la forma, sino por el contenido temático. Las dos mujeres desnudas, a pesar que están juntas, sin embargo, les embarga el aislamiento y la soledad. Tal vez el único que mira y comprende esta letanía monótona y triste, sea el colibrí; quien se aproxima volando a una de ellas. Para el psicoanálisis el ensimismamiento corresponde al mundo psíquico de los artistas.
La pintura: Migrantes, posee una belleza aciaga y existencial, porque la mujer esta extraviada en la soledad densa y en la imposibilidad del vacío. En la última ensoñación titulado: Concepción, observamos una cavidad engendradora, que durante un largo tiempo ha alimentado con su halito maternal a la materia inconsciente, pasado los meses saldrán a la luz las pequeñas avecillas, mostrando al sol su canto triunfal y sus colores de turquesa y zafiro.
Dr. Raul Arredondo Gamis.
Escritor y crítico de arte