A través de esta serie de retratos se pretende expresar una visión más amplia y personal de la belleza , un concepto, muy subjetivo y personal. Una visión femenina y feminista de la mujer, acercándonos un poco más a la cotidianeidad.

Tratando de conciliar a la espectadora consigo misma, interpretando la belleza en sus más variadas facetas, mujeres menos idealizadas, más libres, más salvajes, haciendo de sus inseguridades, su fortaleza, aquello que las hace únicas y especiales, bellas.

Todo esto, empleando como técnica el grafito, material con el que ambas artistas se sienten más identificadas, por la posibilidad que les brinda de trabajar detallada y minuciosamente cada aspecto de los rasgos de sus obras.

Mirada a mirada, trazo a trazo, se va construyendo un rostro, un cuerpo , que poco a poco cobra vida revelándose en el interior facetas desconocidas del mundo interior de cada artista.

A través de la presente exposición se desea mostrar personas reales, con tormentos, alegrías, con temores; lo que se puede transmitir a partir de una mirada, una sonrisa, ver con el alma, su esencia, su vulnerabilidad, su miedo, su esperanza, su dicha, poder ver la belleza de ése ser y sentir.