“Homenaje a Durero” corresponde a una serie de grabados realizados a partir de imágenes del gran artista alemán Alberto Durero, en la cual utilizo distintas técnicas de grabado tales como: AGUAFUERTE, LITOGRAFÍA, XILOGRAFÍA, GRABADO DIGITAL, GOFRADO, PUNTA SECA, MANERA NEGRA, TRANSFERENCIA y la fusión de las mismas. Algunas de las imágenes cuentan con piezas metálicas de relojería utilizadas como matrices en algunos grabados como una manera de recrear el tiempo en una metáfora, al igual que algunos códigos numéricos.

La exposición «Homenaje a Durero» del artista Iván Díaz González, da cuenta de una serie de procesos vinculados al lenguaje del grabado contemporáneo. Se trata de una reinterpretación del imaginario creado por el majestuoso maestro Alberto Durero, el cual se hace presente en la propuesta del grabador chileno, integrando diversas técnicas basadas en el grabado tradicional y la adición de otros recursos gráficos como la tridimensionalidad y la tipografía. El notable conjunto que exhibe Díaz, se pone a tono con el excelente dibujo de Durero, mostrando un total dominio de la línea y sus formas, construyendo cada obra con un destacado sentido de la composición. La iconografía de sus grabados nos plantea esa cita con los caballos, la liebre y el misterioso rinoceronte, sin faltar la figura humana que nos legó el grabador alemán; Iván Díaz nos convoca a un diálogo con estos modelos del Renacimiento, a través de la litografía, el aguafuerte y grabado digital, va configurando un nuevo mundo visual, en el cual entran en juego minúsculas piezas, «los engranajes» como elementos claves de la modernidad, propios de la sociedad industrial. Esta alusión a nuestra sociedad productiva se ve potenciada con algunos grafemas y signos que el artista plasma en las obras, incorporando números como timbres de registro, letras, códigos o trazados de corte.
En términos de su materialidad, la serie adquiere un sentido escultórico, haciendo uso del volumen mediante dos estrategias plásticas: La adición objetual y el gofrado. Entre tanto que Díaz, dibuja y representa engranajes, también los «presenta» de modo real, adhiere como montaje estas piezas metálicas, otorgando una densidad visual distinta a su obra gráfica; por otro lado, nos propone el volumen mediante el gofrado, grabando en el papel la forma tridimensional del objeto a través de la presión, plasmando su huella. La mixtura de estos elementos y técnicas, de por sí muy posmoderna, tiende un puente temporal a las representaciones clásicas de Durero y las inserta en nuestra contemporaneidad.
Mediante un oficio bien resuelto, el maestro Iván Díaz nos sumerge en una propuesta estética que bordea lo lúdico y lo enigmático, donde las imágenes se complementan en un despliegue técnico y semántico de alto valor y gran originalidad.

Daniel Lagos Ramírez
Artista visual e investigador